¡Qué alegría sentía ese día! El sol resplandeciente, con una ligera brisa fresca, 10 de la mañana, la hora perfecta, en la cual aun si dormiste poco, te encuentras con la suficiente energía para hacer lo que tienes que hacer, empezando el último año escolar, estoy con uno de mis mejores amigos en todas las clases, Ricardo, 1.80 y cuerpo musculoso, ha trabajado como stripper en varios antros gays de renombre en la Ciudad de México, las cosas en casa han mejorado un poco, después del peeling que me hice mi piel luce radiante, mi outfit luce increíble, parece que nada puede mejorar.
Es el día de una gran exposición (dar una clase frente a mis compañeros), me tarde todo el fin de semana preparándola junto con Ricardo y otras dos amigas, Inés, una chica rubia y con el mayor estilo y porte que he visto en toda la universidad, de sólo verla impone admiración y respeto, inclusive parece que da miedo, tiene un aire de ver a una princesa, una princesa egocéntrica y un poco malvada, pero su corazón es muy tierno y nunca mataría ni a una mosca y Nadia, una chica de 1.82m de estatura, modelo en tiempos libres, y por su forma de vestir siempre correcta podría decirse que es modelo 24/7 y con una de las personalidades más histriónicas que he conocido en toda mi vida, internada por anorexía en la adolescencia ahora sólo mantiene su hermosa figura a través de fumar incontrolablemente.
Creo que nunca he platicado de estos amigos, sólo de Ricardo que lo considero de los más cercanos, quizá mi amigo hombre con el que más conexión tengo, él y sólo el podría saber mi vida entera y nunca me juzgaría, siempre tendría las palabras correctas, Inés es tan dulce y glamourosa que me siento un poco fuera de lugar a su lado, aunque todos me dicen que tengo un porte igual a ella, un buen estilo al vestir, nunca me he podido sentir a la par a todos esos chicos fresas con los que me junto, supongo que me exijo demasiado, me pongo expectativas demasiado altas. y Nadia, ella que realmente se codea con la élite de la Ciudad de México, con ella sólo tengo una amistad de fiesta, digámoslo de salir a divertirse, pero no hay un feeling de verdadera amistad.
Al estar con los chicos más populares de la escuela, un poco amados y más odiados, mi popularidad también se ha extendido, siempre tiendo a pensar que paso desapercibido y que no valgo nada, pero si falto a una clase mi presencia siempre hace falta y lo notan los profesores y compañeros, soy de esas personas que sin ser un chico perfecto tipo Ken, tengo eso que te hace voltear, ya seas hombre o mujer, tengo un poder de atracción que no tiene que ver con la atracción sexual, simplemente soy como esos actores de hollywood que sin tener todas las facciones perfectas, tienen ese ángel que te hace seguirlos.
En facebook existe la función de grupos, estoy unido a algunos de ellos, de los pertenecientes a grupos de alumnos de mi universidad, tiendo a postear cosas interesantes de vez en cuando, gracias a ello he conocido a alunas otras personas populares, también ha hecho incrementar mi popularidad, así cuando me presentan a alguien ya saben mi nombre y dicen que tengo ese aire mamón (engreído), pero que en persona suelo ser más dulce, eso me hace sentir importante, tengo esa dualidad entre ser egocéntrico e histriónico y a la vez odiarme y querer pasar desapercibido.
Ese día terminé la exposición con mis compañeros, al finalizarla hicimos un pequeño ejercicio, repartimos los test y al final los recogimos, en eso se acerca un chico que había visto desde el primer día que ingrese a este nuevo ciclo escolar, quizá viene de la tarde o quizá es de otra generación distinta a la mía, quizá de un año anterior, a veces estamos revueltos porque las materias son optativas y aunque nos inscribimos con compañeros de nuestra misma generación, en ocasiones esos grupos se saturan y mandan a ciertos compañeros a grupos de otras generaciones, ya sea antes o después, así uno de 5to semestre puede cursar una materia de 7mo, la cuestión es que ese chico es muy parecido a Ezra Miller, unos 10cm más alto, pelo muy lacio y con el contorno de la cara más redondeada y la nariz fina y respingada, en definitiva mucho más guapo que Ezra Miller (y mieren que Ezra ya me hace derretir cada que lo veo).
De este chico con ojos bonitos, algo rasgados como de asiático quise saber su nombre, quise besarle entre los estántes de la biblioteca y quise coger con él apasionadamente, fuerte y duro y a la vez suave y delicadamente, ya han pasado 4 semanas de clase y este chico se me acerca, pronuncia mi nombre en la forma de cariño, Isaaquito, (sólo me llaman así mis amigos) te quedo bien tu exposición y yo con sonrisa tímida y coqueta le dije que gracias, en mi mente poniéndome feliz, sabiendo que sabe mi nombre, Cómo sabe mi nombre?? acaso me recuerda?? algunos me han dicho que me han visto frecuentemente pero nunca saben mi nombre, él ya sabe mi nombre, cómo es posible?? qué alegría!...
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