lunes, 1 de diciembre de 2014

Androginidad y culto a lo masculino.



Conforme pasa el tiempo siento que voy perdiendo algo de mí, perdiendo mi androginididad, mi asexualidad, me veo en el espejo y soy otro, ya no soy tan niño, tampoco hombre, pero hay días en los que parezco de 15 años y otros de 3 años, sé que estoy en el medio y es algo difícil, tengo 22 años, pero siempre he aparentado menos, no quiero perder esa imagen de lolito que tengo pero a la vez no puedo forzar a la naturaleza a cambiar mi cuerpo,

Sin quererlo, sin desearlo, voy cambiando, cuando pasé de niño a adolescente fue un cambio muy fuerte y duro para mí, ver más pelo, ver mis extremidades más grandes, verme alto, cuando en casa siempre se recompensó el ser infantil, aparentar pureza, por eso siempre luché por conservar mi aspecto twink que aún tengo, pero de pronto también sé que esto no es eterno y a la vez que en cierta medida es normal buscar ser agénero, ya que por eso famosos con aspecto andrógino como Miley Cyrus y Justin Bieber tienen tanto éxito a todos los adolescentes les recuerda esa ambigüedad perdida, un duelo que se vive.

Ahora de Adolescente a joven adulto me encuentro en otra etapa más madura y receptiva para estos cambios, cuando era adolescente creía que mi aspecto y mentalidad eran eternas y eran además las mejores del universo, ahora sé que todo cambia y por eso acepto estos nuevos cambios, no sin cierta dificultad, pero soy consciente de que aun puedo sacar lo mejor de mí.

En general para los hombres heterosexuales la pubertad es un momento feliz, donde pueden ver como su cuerpo se transforma en el macho alfa que siempre soñaron, de hecho si notan su cuerpo delgado o pequeño quieren crecer y desarrolar musculatura y tener pelo en pecho y barba que presumir, pero para un chico gay como yo fue todo lo contrario, cada músculo y cada pelo fue una tortura, sobretodo porque de niño era como un niño transgénero, deseaba ser mujer y de hecho hasta hace unos meses aun me planteaba si transicionar o no, ya que si no lo hacía tenía que aceptar mi decisión y tomar mis responsabilidades, lo mismo que si decidía comenzar a hormonarme, finalmente decidí conservar mi aspecto de hombre, aunque en la mente aun me defina como una persona sin género.

Hace unos días me deje la barba, unos 4 días de crecimiento, por primera vez en mi vida, la recorté un poco y fui así a la escuela, a una cita con el chico con el que estoy saliendo y hasta me puse perfume de hombre (siempre uso perfumes unisex o de mujer). Me gustó salir con barba, más no con el perfume, siempre me ha molestado ese olor a mi padre o abuelo, jajaja aunque hay algunos perfumes que son de hombre que si me gustan, pero en otros, no en mí.

Estoy experimentando con nuevas sensaciones y aspectos, creados tanto por mi biología como por mi propia producción, el tiempo dirá hacia donde ir, ya que tampoco me imaginaba en un futuro, pensaba que los homosexuales no teníamos un futuro, y a decir verdad los modelos que siempre he tenido son adolescentes o jóvenes menores a 35 años, después parece que desaparecen, comos si no hubiera hombres maduros gays felices, ya que si he conocido hombres de más de 40 pero casados con mujeres, en el closet y de personas ancianas ni decirlo, solo dos y son activistas, necesitamos modelos para que las nuevas generaciones sepan que se puede ser gay y feliz en el futuro, ya que sin un futuro todo parece tan incierto y melancólico.


Creo que esto que experimento viene por esta moda de la cultura actual de idealizar al hombre masculino de nueva cuenta, ese hombre hipster barbón, súper varonil que parece leñador viene, después de que en la década de los 80's y 90's se aludía al hombre femenino como atractivo, ahora tenemos a una contrarrevolución del género, que por supuesto los homosexuales también adoptamos.