sábado, 15 de agosto de 2015

y si todo fue sólo un sueño?



Y regresé a México, todo es tan igual a como lo dejé y tan distinto a Santiago en varios sentidos, ahora parecen más las diferencias que antes, desde el clima, las calles, la gente, el acento, la comida, la flora, la fauna, la arquitectura, y de pronto no hay señas de que haya sido real, de que todo lo que pasé haya realmente pasado y de que alguna vez existí en otro lugar, tiempo y espacio.

Tres días antes llorando, lágrimas por mi partida, por nuestra separación, también lloraste, lo sé, aunque en privado, porque fuiste alguien importante para mí y yo para ti, pero no sólo por ti lloraba, sé que quizá te necesitaré a momentos, todo me recuerda a ti, sólo quiero hablar de ti, de lo que me hiciste, lo bueno que me provocaste y del daño que generaste. Quizá al final siempre tuviste razón, como siempre, no sé como le haces pero tus palabras siempre resultan las acertadas, no me convenías, ni lo harás nunca, y enamorarnos sólo nos llevaría a un sufrimiento mayor, ahora duele, pero es por un cariño más que por un enamoramiento y espero de verdad que sigamos en contacto por mucho tiempo, aunque sé que tal vez como siempre me volverás a fallar.

Por un lado el primer día en México fue tan triste, saber dejar mi libertad, mi independencia y unos nuevos amigos entrañables me ponía muy mal, en dos días me encuentro rodeado de gente que se alegra tanto de verme y sé que estoy lleno de amor, no sé si en casa, porque Santiago ya era parte de mí, pero de nuevo este lugar se volverá mi casa.

En Chile dejo a gente hermosa, que me acompañó, me quiso, disfruté momentos irrepetibles, tanto buenos como malos, pasé de todo, bueno y malo, y así termina una de las mejores etapas de la vida, me gustaría decir que la mejor, pero sé que tengo mucho más que dar para delante, y ahora no hay llanto, parece que me sequé por completo, o quizá sea que por fin estoy protegido entre los míos.