domingo, 27 de septiembre de 2015

Historia de mi primera ETS



Dentro de las cosas divertidas que pasé en Santiago de Chile se encuentra mi vida sexual, que fue bastante activa, como nunca antes en mi vida, en total pasé por 15 hombres distintos durante 5 meses, el sexto mes que pasé allá lo cursé sin sexo por la misma ETS que adquirí.

Hombres muy guapos, atractivos, de dinero, la verdad todas mis experiencias fueron muy gratas y variadas, en casa y en casa de ellos, si bien con al rededor de la mitad de ellos volví a tener sexo en más de un par de ocasiones.

Quizá la única experiencia negativa que tuve tiene que ver con un chico bastante guapo, 1.78, cuerpo tonificado, piel blanca, cabello castaño, con tatuajes, bastante varonil en voz y postura, algunos tatuajes en brazos, pecho, 22 años, pene promedio. Vivía en el edificio de al lado donde yo vivía en ese entonces, nos quedamos de ver a las 11 de la noche, llegué a su departamento, vive solo, pasé y todo estaba oscuro, cerro la puerta con llave y lo noté algo alterado, después me dijo que pasara a su habitación y en lo que yo iba entrando, noté como aspiraba una linea de coca desde la cocina tipo americana.

De ahí me puse nervioso, me sentía en un capitulo de La ley y el orden SUV, después de eso se metió poppers y me dio un poco, yo los usé para reducir mis nervios, pero también era la primera vez que los usaba, le hice sexo oral y después me dijo que me penetraría le dije que de acuerdo y entonces intento penetrarme sin condón a lo que me rehusé pero el insistió y yo volví a insistir más y así estuvimos entre hablando y forcejeando un poco con nuestros cuerpos, hasta que me lo metió sin preservativo e intenté salirme pero forcejeo y lo vi muy alterado por las drogas y yo también estaba un poco perdido, dijo que se vendría fuera, pero lo hizo dentro, cuando acabó simplemente me despedí y me fui, llegué a mi departamento y me hice un lavado expulsando el semen, me quedé muy nervioso, pero después de un par de días decidí tratar de olvidar el asunto de mi especie de violación.

Días después unas tres semanas para ser más exactos noté una ulcerita muy pequeña en mi glande, pero no dolía nada, sin embargo me espanté mucho y decidí ir al médico, pero al siguiente día, al amanecer siguiente estaba lleno de manchas rojas por todo mi cuerpo, excepto rostro y piernas, como si fueran piquetes de mosco pero sin volumen y no me daban mucha molestia, muy poca comezón.

Entonces casi a  punto del desmayo de la impresión de verme en el espejo así, saqué una cita en el Hospital Bicentenario de Santiago de Chile, muy ansioso, pensando lo peor y que me moriría, que no volvería a ver a mis amigos chilenos una vez que volviera a México porque no tendría tiempo de trabajar y ahorrar para volver, de saberme con el dinero suficiente para continuar por el mes que me quedaba en Chile pero no para tratamientos médicos y encima, soportar la vergüenza que un medico te examinara tus partes privadas, así como no tener a quien contarle lo que me pasaba, porque todos pensarían que ra una puta, para colmo los únicos que sabían de mi violación eran mi ex rommie con el que me enojé por mi novio chileno, así como mi novio chileno, afortunadamente en esos días estaba haciendo amistad con una brasileña de nombre Lucianna, que es como Samantha de Sex and the City, ella me acompañó al medico con todos mis miedos acompañándome igualmente.

Al pasar con el médico me sorprendió el mal trato con el que actúo después de decirle que tenía una ulcera en el glande y comezón y ardor en el ano, me dijo inmediatamente; ¿Sexo anal? y yo dije sí, me respondió: ¡Ah!, lo que pasa es que tienes que tener sexo con protección, por eso te pasan estas cosas, mira yo no te puedo ver, tienes que ir con un infectólogo y que te haga pruebas de VIH, y yo le dije "lo que pasa también es que tengo estás manchas rojas", y entonces traté de bajarme la playera (polera) para que viera un poco de mi pecho y giró la cabeza groseramente diciendo "No, no, no yo no puedo verte, mira te voy a mandar un lubricante para que no te arda el ano y ya después hazte la prueba " y me sacó del consultorio.

Salí entre indignado y perturbado porque nunca en mi vida me imaginé que me trataran así por ser gay, encima con alguien que no era un compañero de escuela o alguien en la calle, donde ambos tenemos un estatus igualitario de ciudadanos, ¡no! aquí se trataba de un médico, con un mayor estatus institucional que le concede el ser médico dentro de un hospital, donde yo soy el subordinado a su poder y me trataba tan mal, y yo que traté con todas mis fuerzas de superar mi vergüenza para que alguien me revisara, y encima llego y no me revisa si no que además me agrede y me hace imaginar el peor escenario, que de hecho podría ser algo cierto, pero no era la manera de tratarme, no ética ni humanamente ni mucho menos profesionalmente.

Al salir del cubículo a la sala de espera con Lucianna me vio triste y anonadado por lo acontecido a lo que tuve que platicarle lo acontecido, decidimos presentar una queja pero no me quisieron decir donde estaba la gerencia, así que la secretaria me dijo que lo único que podíamos hacer era regresar al consultorio y pedirle una explicación al medico, a lo que dijimos que sí y regresamos y le dijimos que porque no me revisó y porque me traba así, a lo que ya en un tono más amable me dijo que el no estaba capacitado, a lo que simplemente le dijimos que se fuera al carajo y nos fuimos, la verdad tampoco podía forzarlo a revisarme y sólo quería llorar y poner una denuncia aunque ya solo me faltaban unas dos semanas y media en Chile.

Después de un par de días y con los mismos síntomas anteriores, volví a sacar otra cita en el mismo hospital, ya que es el que proveía me seguro, me revisó otro médico talmente atento, amable, y me dijo que los síntomas eran confusos y que podía ser una alergia o sífilis o un daño hepático, me mandó a hacer estudios de laboratorio para las tres cosas, mientras suministrándome antihistamínicos para la alergia, al recibir los resultados salieron positivos para Sífilis, pero también alterados en la cuestión de alergia, así que tenía dos padecimientos al mismo tiempo y por eso mis síntomas se confundían y todo tenía coherencia puesto que un día antes de la aparición de mis manchas fui a comer mariscos a un restaurante a modo de despedida de una amiga de Guadalajara que regresaba a México después de concluir su intercambio académico.

Terminé ambos tratamientos, las manchas desaparecieron a los 6 días, y de mi padecimiento de sífilis solo lo saben Lucianna y mis amigos en México. ahora estoy a la espera de volver a hacerme el test de VDRL para comprobar que he eliminado la bacteria sifílica de mi cuerpo. Por cierto para terminar de cubrir los gastos médicos tuve que pedirle dinero a mis padres, pero sólo mencioné la alergia.