jueves, 5 de noviembre de 2015

Hacerse el test de VIH



La verdad es que nunca me había hecho la prueba de Elisa o alguna prueba rápida de VIH, pero ahora era justo y necesario, no me sentía mal físicamente, al menos no con los sínomas que supuestamente caracterizan al VIH como fiebres y diarreas, aunque ciertamente tenía jaqucas diarias, pero esto lo descubrí eran por la ansiedad de no saber si era portador o no del virus.
Finalmente me decidí por ir a la Clinica Especializada Condesa, esta es la clínica más grande de latinoamerica para la atención a población portadora de VIH y con padecimientos de SIDA, cuentan con distintas especialidades médicas, test de ELISA IV, prueba rápida sanguínea, pruebas de hepatitis, sifilis y gonorrea, gratuitas. También con atención psicológica y terapia hormonal gratuita para personas trans. Entre otros servicios.

En la sala de espera estaba muy nervioso, pude ver que los asistentes eran en un 90% homosexuales, eso me dio mucha pena (tristeza) porque pude ver como nuestra comunidad es muy vulnerable a este tipo de situaciones y seguimos en una situación de marginación porque las políticas de prevención de la transmisión no han resultado tan efectivas como se esperaba.

Entre lo que esperaba los resultados de la prueba rápida, casi muriéndome por dentro acudí al baño, en lo que lavaba mis manos se me acerca un chico de unos 27 años, muy delgado y con expresión de suma agonía, en eso me habla y me dice que si le puedo dar una moneda, después se pone a contarme que su familia lo corrió de la casa, que no tiene dinero, que lo apoya un amigo, que ese mismo día lo operaban en esa clínica (nunca me dijo de qué ) me contó que su padre le dijo que "¿para qué vivía?", que mejor se aventara a las vías del metro, todo esto me causo mucha pena (tristeza) así que me pidió un abrazo y un beso y se fue. Esto me hizo sentir peor porque pensé que ese podría ser mi caso en cualquier momento. Después cuando me dio los resultados el psicólogo y supe que salí negativo sentí un ligero alivio, pero creo que mi expresión no cambio de preocupación a felicidad, hasta el otro día.

A las dos semanas tuve que volver a recoger los análisis de ELISA y los otros, De nueva cuenta en la sala de espera, ya menos nervioso, y una escena muy bizarra, había una familia, un niño de unos 12 años con uniforme escolar, su mamá y su papá, entre una bola de gays, por mi mente pasaron tantas cosas, desde que el papá podía ser portador por alguna infideliadad...¿ o quizá era la madre? al final pasaron al consultorio psicológico a recibir resultados el hijo y la mamá. Entonces supongo que eran análisis resultados al niño y como es menor de edad se necesitaba la presencia de un adulto. En estos días ya no se sabe que encontrar con esto del Bullying.

Como también entregan resultados de conteo CD4 me encontré a mi lado con dos chicos muy lindos, atléticos y un poco fresas (cuicos, pelolais, como dirían en Chile) al parecer no se conocían hasta ese día pues uno le preguntó al otro que si tenía VIH el otro respondió que sí, empezaron a contar como es que se enteraron y su teoría de como lo contrajeron, muy tranquilos en su plática, sobre todo uno el que al parecer llevaba el hilo de la conversación, de como llevaba su alimentación, hacia ejercicio, que su familia lo apoya y que el mismo día que se enteró les contó a sus padres y se abrazaron y lloraron y prometieron estar juntos, el otro chico decía que igual tiene mucho apoyo de amigos y familia y que no ha tenido ningún síntoma por el VIH ni efecto secundario por los medicamentos, el otro dijo que al principio mareos pero se quitaron a las pocas semanas de uso del medicamento, Intercambiaron números.

Todo esto me tranquilizó tanto. ¿Era posible ser tan emocionalmente estable, feliz y seguir un régimen saludable? La situación era ciertamente contraria a la que me encontré el primer día, debo decir que en parte fue tranquilizador, que si bien tampoco es cualquier cosa, tampoco está bien satanizar la situación y yo al menos apoyaría a cualquier amigo o familiar que estime mucho. Al final mis resultados fueron negativos, excepto los de Sífilis, me recetaron penicilina inyectada en una dosis, el medicamento de primera elección que no me recetaron en Chile y ahora tendré que esperar a saber si al final está eliminada de mi cuerpo.

De todo esto me surgió la inquietud de realizar mi tesis con algo relacionado a el VIH, aun no sé en qué, pero sé que tengo que aportar mi granito de arena.

3 comentarios:

  1. El titulo me atrapo. En mexico existen algo así como un millon y tantos de personas viviendo con VIH. La comunidad LGBT continua siendo la más azotada por esta enfermedad y lamentablemente los casos de VIH en algunas zonas como yucatan , campeche etc.. van en aumente.
    No debemos bajar la guardia ante esta enfermedad silenciosa. Ahora que sabes y tienes información sobre esta enfermedad se un agente de cambio entre tu circulos sociales, instruyelos a que se protejan, instruyelos a que no discriminen.
    Solo con información y con una cultura de prevención podremos frenar este mal.
    Te mando un abrazo enorme y siempre hazlo con Condon.

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  2. Yo me he hecho como 4 o 5 a lo largo de los años. Sólo un par de veces debido a actividad con riesgo y las demás... no sé... tal vez para asegurarme que todo anda bien.
    Con la conocida reticencia que tienen las autoridades para hablar de salud sexual, es siempre un problema tratar de informar a los jóvenes. Creo que la mayoría de las personas sexualmente activas sabe los riesgos, pero tristemente deciden ignorarlos o toman la actitud de "a mi no me va a pasar".
    Un saludo!

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  3. Hasta ahora solamente me hice dos análisis de VIH. El primero, involuntariamente, a consecuencia que había contraído el VPH. Lo hice en un efector público y es tal cual, lo contás. Allí y rodeado por decenas de personas con diferentes patologías sentí que mi 'privacidad' era invadida irremediablemente. A partir de ese día, me dije que era la última vez que pisaba un hospital público de infecto-contagiosos.

    El segundo análisis, me lo hice este año, en una clínica super privada, donde no te cruzás con nadie, no ves a nadie y nadie te ve a vos, excepto el médico y el personal auxiliar (secretaria, enfermero/a y psicólogo). Creo que es mucho mejor que así sea. Al menos me sentí mucho más 'contenido' y menos 'expuesto' que es lo que definitivamente, el potencial paciente infectado-contagiado es lo que busca.

    En cuanto a la comunidad gay, posiblemente sea como vos decís, pero en mi única experiencia en un efector público, no vi solamente gays sino también mucha gente de condición muy humilde pero no niños, que son derivados a hospitales públicos para infantiles exclusivamente.

    En cuanto al mal en sí, creo que la prevención del 'condón' está internalizada en la conciencia de la gente. Pero el virus también se propaga a través de las agujas de las inyecciones de los drogadictos y esto sí, que definitivamente, no se controla (al menos creo que no hay tanta conciencia en eso)...

    Besos!

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